miércoles, 30 de octubre de 2013

PROYECTO FINAL: ZAPATOS A PARTIR DE TELA DE JEAN RECICLADO Y NEUMÁTICO REUSADO


Nuestro proyecto consistirá en desarrollar calzado que contribuya con la apropiada circulación sanguínea y demás propiedades que facilitan y conducen a caminar adecuada y saludablemente, mediante el aprovechamiento de materiales de origen natural, que  son considerados desperdicios en el resto de industrias.

De esta forma, nuestro producto consistirá en desarrollar zapatos, cuya suela este hecha partículas de neumáticos de automóviles que ya estén gastados y/o desechados; y el forro este construido a partir de hilo/tejido de plantas, que beneficien o contribuyan con el medio ambiente y otras industrias o usos, que pueda brindarle la sociedad, de forma que simultáneamente, incentivemos el cultivo de plantas benéficas en la región del Valle del Cauca.


Así, nuestro proyecto se basa en los principios de la “Economía Azul”, donde no hay desperdicios, sino materias primas aprovechables al máximo, y bajo los principios de generar un beneficio ambiental y mitigar el impacto y sobreuso de recursos, evitando el empleo de cuero, caucho, y demás insumos que requieran un proceso desde sus orígenes y que implique el sacrificio de animales o de plantas y fuentes escasas de recursos.

martes, 15 de octubre de 2013

GMO - ALIMENTOS GENÉTICAMENTE MODIFICADOS


Algo acerca de los alimentos genéticamente modificados.
Impactante como estos pueden alterar nuestros organismos, y lo peor es que cada vez están siendo más aplicados por las compañías.  Demandemos productos saludables, programas e instituciones que garanticen la existencia de organizaciones que cumplan con procesos que no dañen la salud de la humanidad.

Lo peor es que fenómenos como estos no solo están ocurriendo por los intereses económicos de las compañías, su influencia sobre las organizaciones públicas y la existencia de entes reguladores débiles, sino porque los consumidores no tenemos ni idea de que es lo que realmente estamos consumiendo, no nos preocupamos por informarnos y no hacemos el “lobby” suficiente (como lo hacen las compañías) para que tales organismos responsables de “nuestro bienestar” realmente nos den productos de buena calidad, en pro de nuestra salud y de los alimentos que cosechamos y/o fabricamos en nuestras tierras y/o empresas, con nuestros recursos naturales.

UN POCO DE MÁS ACERCA DEL “GREEN WASHING”


Esta es una ratificación de que aun la mayoría de las compañías no han interiorizado conscientemente la idea de sostenibilidad y responsabilidad ambiental en sus procesos, y solo se preocupan por emplear tácticas que mejoren su imagen y las ayuden a ganar participación en el mercado.

Por esto, como consumidores tenemos el deber de poner en duda las afirmaciones “ecologistas” que realizan la empresas acerca de sus productos y procesos productivos, informarnos mejor y llevar esta información a la sociedad en general, de modo que participemos activamente en el proceso de desarrollo de un mundo donde todos cumplamos con los requerimientos y/o prácticas ambientales que garanticen o al menos, hagan más probable la conservación de los recursos naturales y la sostenibilidad ambiental, de la mano del crecimiento económico; en lugar de contribuir a que las economías “crezcan” a costa de nuestros recursos y  nuestro entorno en general.

martes, 8 de octubre de 2013

CRÍTICA A LA LECTURA “MARKETING ECOLÓGICO” DE GABRIEL OLAMENDI

En este escrito, Olamendi unifica el mercadeo verde, el mercadeo ambiental y el mercadeo sostenible, en un mercadeo que el autor denomina “marketing Ecológico”, de esta forma, la lectura no diferencia entre estos tres tipos de mercadeo y la manera en que son aplicados por las empresas, según sus intereses con respecto a  su participación en el mercado y/o  los valores/cultura empresarial de las compañía,  de acuerdo a la estrategia de mercadeo escogida.
Así, según los intereses de las compañías, estas escogen y aplican el tipo de mercadeo que aplicaran para vender sus productos y nombre de la compañía misma, de tal forma que factores como el proceso productivo, el diseño, el proceso de distribución de los productos, la gestión de residuos y la elección de materias primas (factores mencionados por el autor),  no necesariamente se van a ver afectados por el “marketing ecológico” sino que dependerán del tipo de mercadeo aplicado, es decir, si la compañía aplica un mercadeo ambiental (basado en la venta de una imagen, mas no en la interiorización del cuidado y preservación de los recursos) probablemente esta no va invertir o hacer esfuerzos grandes en modificar las anteriores variables de la actividad que desarrolla; así como estas variables serán tomadas y modificadas de forma diferente si se aplica el mercadeo verde (donde se trata de retribuir el impacto contribuyendo a otros recursos), o si se aplica el mercadeo sostenible (en el cual se buscara cuidar y asegurar el mantenimiento de los recursos utilizados, en el tiempo).
Igualmente, el autor afirma que “para (…) evolucionar hacia una sociedad más sostenible, es necesario la elaboración de productos de bajo impacto ambiental, los ecoproductos” y también dice que es necesaria la adaptación de precios con respecto al resto de la industria para la supervivencia de una empresa que aplica el “marketing ecológico”; refiriéndome a la primera, para el desarrollo sostenible no solo es necesario la creación de producto con menor impacto ambiental, también es requerido que las empresas proporcionen la responsabilidad, cuidado y uso adecuado de los recursos naturales de manera que estos no se agoten, es decir, no basta con crear productos de más rápida degradación, reutilizables y demás, sino que las empresas también tienen que estudiar la disponibilidad y no peligro de extinción de los recursos que aplican en sus procesos, y asegurarse de contribuir para que estos mismo s recursos  que utilizan sean “devueltos” a la naturaleza y no diezme la cantidad existente de los mismos. Con respecto a la segunda, la aplicación de procesos ecológicos en las compañías no necesariamente implica mayores costos y por ende mayores precios, de hecho, la reutilización, el reusó, y optimización de las materia primas y recursos involucrados en el proceso productivo (costos fijos), de modo que se aprovechen al máximo, producen la reducción de costos y por ende la ampliación de los márgenes de ganancias de las compañías, de modo que al aplicar estas “tácticas ambientalistas” más que adaptarse, las compañías podrían acceder a una ventaja respecto a precios en el mercado, lo que vendría acompañado de una mayor participación en el mismo.


Contario a lo anterior, Olamendi acierta en que estas “exigencias ambientalistas “por parte de consumidores cada vez más conscientes del medio ambiente es una oportunidad de negocio, y es vista como tal por muchas compañías, cuyo propósito es aumentar sus utilidades (ventas). Y por ende puede mirarse el mercadeo “ecológico” desde una óptica empresarial. Así como también acierta en el énfasis que este tipo de consumidores presta a factores como el diseño, materias primas utilizadas, el proceso de los productos y sobre todo a su impacto sobre el medio ambiente, al momento de tomar la decisión de compra y fidelización con el producto-marca, anteponiéndolos al factor precio y al consumo “excesivo” actual.